jueves, 13 de diciembre de 2012

EL AMANTE. XVII PARTE-


Fui a ver a Cloe, necesitaba contarle todo, no podía seguir callada ni un minuto mas, ella seria la mejor consejera por haber pasado por esta situación.
Llegue poco antes de cerrar, se alegró al verme y creo que intuía a lo que venía. La pregunte que si tenia algo que hacer, que la invitaba a comer y hablábamos. Acepto de inmediato.
Después de las preguntas de educación y mientras esperábamos que vinieran a tomar nota, fue derecha al grano:
-Cuéntame que tal tú aventura.


Le  conté todo, cada momento que hemos pasado juntos, cada encuentro, cada caricia, cada beso.  Ella ponía gran atención, sus ojos fueron cogiendo brillo, algunas de sus preguntas hacían que me cortara, pero acaba diciéndole todo lo que quería saber.
Ella también me hizo sus confesiones, ella llevaba 5 años viviendo una cosa parecida. Tenia un amante que le había descubierto el mundo del sexo, no quiso comentarme sus experiencias, quería que fuera descubriendo yo las mías sin estar influenciada por lo que ella me contara. Me dio la enhorabuena por haber descubierto el mundo del sexo.
Después de comer, mientras me dirigía a los apartamentos, fui dando vueltas a las palabras de Cloe, esa enhorabuena a un mundo del sexo, no lograba entenderlo bien.


Me abrió la puerta la señorita que atiende los apartamentos, Gonzalo no había llegado todavía. Me desnude y me di una ducha, tenia un sensación de sudor desagradable,  en aquel restaurante tenia la calefacción demasiado alta. Salí del baño y me encontré con Gonzalo en la cama completamente desnudo y tocándose.
El verle de aquella forma me excito, deje caer la toalla y mi cuerpo se mostros por completo para el. Fui a buscarle y me detuvo, me digo que me colocara a su lado y me tocase. Le obedecí sin decir palabra.
Tumbada a su lado mis manos buscaron mis pechos, mientras contemplaba como su mano subía y bajaba por aquella parte de su cuerpo que me gustaba tanto. Como deseaba tenerla en mí. Una de mis manos bajo por mi cuerpo mientras mis piernas se separaban. Mis dedos notaron rápido la hinchazón y humedad de mi sexo, comencé a jugar con el mientras mi otra manos apretaba mis pechos y pezones. Los gemidos de ambos fueron en aumento, como una sinfonía de placer, nuestros cuerpos se retorcían, se rozaban levemente nuestros brazos,  los dedos salieron de mi  y los lleve a su boca, quería que me saboreara.


Aquello nos encendió mas, nuestros caricias se aceleraron buscando el Sprint final, segundos antes de llegar al clímax sentí que se movía, pero no tenia fuerzas para mirar que hacia y justo cuando empecé a estallar sentí como su miembro entro en mi. Aquello me llevo  a un estado que no había conocido, mi cuerpo no hacia caso de mis órdenes, solo buscaba el placer, el tenerle más dentro y que me diera más. El gran fin de fiesta fue cuando se vacío en mi, se puede comparar con uno del circo, donde salen todos los artistas a escena. Los besos y carias fueron el remate final.
Le comente  lo  Cloe y que le había contado todo. El soltó una gran risotada y solo dijo:
-Otra viciosa.
Aquello de viciosa de primeras me sonó fatal y casi lo abofeteo, pero después comprendí que era la verdad, no quería nada afectivo con el, solo sexo. ©Fer

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