………..mis manos y mi boca se dedicaron por completo a
ellos, quería darles mas placer del que me habían dado ellos a mí. Sus caras y
sus gemidos expresaban claramente que mis carias eran las apropiadas, me veía
que dominaba la situación y que estaban a mi entera disposición. Mi cuerpo me
pedía más, necesitaba sentir como me
hacían suya aquellos dos hombres, no tenia decidido quien seria el primero,
pero si que los deseaba.
Conseguí llevarlos casi al límite y decidí que fuera
Álvaro el primero, así acabaría con Gonzalo.
Cruce una pierna por encima de su cuerpo para sentarme
encima, sentí como poco a poco fue haciéndome suya, como cada vez era mas mio,
mi cuerpo se acoplo al suyo como si se fuera a escapar, me quede inmóvil cuando
ya era todo mio, nunca nadie había llegado a esa parte de mi cuerpo. Las manos
de Gonzalo cogían mis pechos, las suyas en las caderas y su cara de placer,
hicieron que comenzara a moverme muy lentamente, apretando los músculos para
sentir mas, quería que aquello no acabara nunca. El ritmo fue en aumento, los
movimientos de mis caderas cada vez mayores, Gonzalo se levanto quedándose a mi
disposición, cosa que no dude lo mas mínimo y saboree con gran dedicación.
El tener a los dos dentro de mí me hizo
tener una cascada de placer que no cesaba, no era capaz de controlar mi cuerpo.
Me derrumbe de costado, no tenia fuerzas para nada, no
sabia los orgasmos que tuve, se dedicaron a besarme y acariciarme, Gonzalo me
agarro de las caderas y me puso de rodillas separando mis piernas y entro en
mi, sus movimientos eran enérgicos, sus manos en mis hombros tiraban hacia él,
mi cuerpo tardo un poco en reaccionar pero rápidamente estaba excitada otra
vez, sentí azote seco que resonó en la habitación, aquel acto me excito mas, mi
boca busco a Álvaro.
Los azotes fueron en aumento, era una cosa extraña,
sonaban pero no me hacían daño, cada vez que sentía su mano y oía aquel ruido
seco, un escalofrío de placer recorría mi cuerpo. Entre las envestidas, los
juegos bucales, nos estaban llevando a los tres a los límites del placer, fui
yo la que antes llego alcanzando otra
vez nuevas cima, ellos fue casi a las vez y les pedí que lo hicieran sobre mis
pechos, sentir sobre mi todo su calor me volvió a llevar al placer.
No se lo que paso después, no sabría decir si me desmaye o me quede
dormida, solo que cuando fui consiente estaba sola. Me fui a la ducha.
De camino a casa mi mente no dejaba de darle vueltas,
acababa de hacer un trio, yo, y no estaba nada arrepentida. Estaba muy
sensible, solo el movimiento de andar me
producía placer y el recuerdo del encuentro vivido. Creo que después de eso Gonzalo había captado
mi mensaje.©Fer
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