lunes, 24 de marzo de 2014

LENCERÍA.



Tu cuerpo me crea adicción.
Siento el mono cuando lo tengo lejos.
Se nublan mi consciencia.
Como autómata voy en su busca.
Sueño con tu piel acariciada por la ropa interior.
Me gustaría ser sujetador y rozar tus pechos.
Ser ligero para ceñirme a tu cintura.
Medias para masajear tus piernas.
Y tanga para notar la suavidad de tu sexo.
Hagamos el amor hasta volar a otro mundo.
Sacia mi síndrome de abstinencia. ©Fer

viernes, 21 de marzo de 2014

DE PEQUEÑO ME DABAN DOS.



Como cambian las cosas con el paso del tiempo, de pequeño siempre me daban dos, ahora con suerte te lo dan de vez en cuando.

Recuerdo cuando llegaba a casa a la salida del colegio, la sonrisa de mi abuela nos abría la puerta, dos besos y una palabra cariñosa, como podía dar tanto aquella mujer.

Iba a la cocina a por agua fresca, como caballería después de una jornada de trabajo busca el pilón, calmada la sed me daban un par de petit suisse como merienda, los cuales engullía con ansia.

Vas creciendo y van cambiando las costumbres, ya no te espera aquella sonrisa detrás de la puerta, ni los dos petit suisse, ahora vas tu a la nevera y coges lo que quieras.

Son muchos los hombres y las mujeres que tienen fantasías sexuales y entre ellas se encuentra la de los "petit suisse", que se los den de dos en dos.  Pero la vergüenza y el que dirán les puede y nos son capaces de reconocer sus deseos.  Algunos achacaran que eso es inmoral, que no es decente y que va contra-natura.

Una cosa es lo que nos gustaría y otra lo que podamos o nos deje hacer. 

¿Cuando cambiaremos y seremos capaces de decir las cosas como las sentimos?

¿Cuando nos dará igual el que dirán?   ©Fer




miércoles, 19 de marzo de 2014

LA BARAJA.



No se como esta tarde a venido a mi memoria aquella baraja.
Estaba metida en el mueble-bar al lado de otras y junto a un juego de dados.
Pero aquella tenia un halo tabú.
Los dibujos no eran los típicos de las cartas, estos eran de señoritas.
Señoritas en poses provocativas y con ropa sensual.
Blusas desabotonadas, short diminutos, corsés, ligeros...
Todo sensual y nada grosero.
Aprovechaba cuando no había nadie o algún despiste para cogerlas.
Las escondía y me iba a un lugar tranquilo para observarlas.
Muy despacio y sin perder ni un solo detalle las iba pasando.
Esas sonrisas picaronas, unas piernas interminables, esos pechos exuberantes...
Aunque era incapaz de ver mis expresiones, puedo asegurar que eran de lo mas bobaliconas.
Cuando terminaba de verlas, con mucho cuidado como temiendo hacerles daño, las guardaba.
Las volvía a dejar con sumo cuidado en su lugar, teniendo cuidado de dejarlas en la misma posición.
No lograba comprender las sensaciones que recorrían mi cuerpo, solo que me gustaba míralas.
Aquella inocencia con 8 ó 9 años que nunca más volveremos a tener. ©Fer



lunes, 10 de marzo de 2014

LA POSTURA.



Quiero sentarme en ti.
Notar como nos hacemos uno.
Sentir cada movimiento.
Marcar el ritmo con mis caderas.
Notar tus manos en mis pechos.
Saborear tu boca.
Ser la dueña de tu cuerpo.
Darte y que me des el máximo placer.
Mi cuerpo se contrae cuando siente el fruto del tuyo.
Todos mis sentidos se concentran en un solo punto.
Caigo sobre tu pecho.   ©Fer

jueves, 27 de febrero de 2014

EJECUTIVA.



Nos quedamos solo en el despacho.
Desabrochaste lentamente tu chaqueta.
La falda resbalo por tus piernas.
Te habías ganado la fama de cruel.
Los empleados temblaban al oír tus tacones.
Que equivocados estaban.
Solo disfrutabas complaciendo a tus amantes.
Nunca tenias una negativa a sus peticiones.
Tu cuerpo resaltaba más enfundado en aquella lencería.
Pechos prominentes, cintura estrecha, caderas proporcionadas.
Te acariciabas insinuante ante mi.
Te acercaste y comenzaste a desnudarme.
El roce de tus dedos me hicieron temblar.
Besabas cada centímetro de piel que ibas descubriendo.
Tu nariz se metió en mi pecho para aspirar profundamente.
Mordiste mis pezones.
Liberaste tus pechos para rozarles con el mio.
Tu mano se abrió camino en mis pantalones.
Sentirte arrancó un gemido de mi garganta.
Te separaste y mirando al suelo dijiste:
"Soy tu sierva para darte placer"  ©Fer
















miércoles, 26 de febrero de 2014

INVITACIÓN



Me invitaste a tu casa al salir de la oficina.
Las insinuaciones eran continuas.
En el ascensor me besaste profundamente.
Palidecí al ver a tu marido en el salón.
No entendía lo que sucedía.
Me explicaste que era una fantasía.
Te acercaste besándome.
Tus manos buscaron mi hombría.
Caíste a mis pies desabrochando mis pantalones.
Saltaron por los aires mis reparos.
Pasamos la noche atendiendo los dos tus deseos.
Nos amaste hasta quedar sin fuerzas.
Una sonrisa se esbozaba en tu cara mientras dormías.
Entre los dos y abrazados dormimos profundamente. ©Fer



martes, 25 de febrero de 2014

SENCILLO.



Te acuestas a mi lado.
Siento el roce de tu piel.
Oigo tu respiración.
Noto un leve movimiento.
Me vuelto hacía ti.
Tus manos acarician  tu cuerpo.
Me miras maliciosamente.
Intensificas los movimientos.
Acomodas tu posición.
Buscas tus pechos con una manos.
Tu monte de Venus con la otra.
Me gusta ver como lo haces.
Como se pone tu piel de gallina.
Como te vas excitando cada vez más-
Suspiras, gimes, gritas
Se abren los poros te piel.
Te contraes  de placer.
Tu cuerpo convulsiona.
Te quedas inmóvil.
Te abrazo.
Rozo tu labios con lo míos.
Susurro al oído, te quiero.   ©Fer






miércoles, 19 de febrero de 2014

LÁTEX



Me esperabas enfundada en látex.
Sonreíste al verme y acto seguido te cambio el gesto.
Cuando estas así tu mirada son puñales.
Tu boca es un volcán.
Tu cuerpo es lascivo.
Me agarraste por la nuca.
Me besaste profundamente.
Mordiste mi labio inferior.
Aquello me dio a entender tus intenciones
Seria una noche de lujuria.   ©Fer



martes, 18 de febrero de 2014

LA CATA.



Quiero catar tu cuerpo como al vino.
Que mi sentidos se centren en ti.
Verte  desnuda.
Tocar tu piel.
Saborear tus mieles.
Oler tu deseo.
Oír tus gemidos.
Embriagarme de tu pasión.   ©Fer



viernes, 14 de febrero de 2014

LA FOTO



Suena la melodía de tu mensaje.
Cojo el móvil deprisa.
Un mensaje en blanco con una archivo adjunto.
Al abrirlo me da un vuelco el corazón.
Mi cuerpo se revoluciona al verte.
Como anhelo tu cuerpo.
El tenerte entre mis brazos.
Su tacto, su olor, el sabor de tu piel.
Tu besos y  caricias.
Como se van acoplando nuestros movimientos.
Sentir como nos hacemos uno.
Llegar juntos al placer.
No hay castigo más duro que la distancia.   ©Fer




jueves, 13 de febrero de 2014

SE TÚ.



Sentémonos y analicemos nuestras vidas:
Es una tarea mas sencilla de lo que parece.
Solo retrocedamos nuestras neuronas unos años.
Esos años en los que teníamos unas esperanzas.
En los que nos creíamos que nos comeríamos el mundo.
Idealizamos con nuestra vida profesional.
Y de la amorosa mejor no decir nada.
Eso era hace "taitantos" años.
Y ahora que echamos la vista atrás ¿Que vemos?
Pues en un numero muy escaso se han cumplido sus deseos.
Otros más numerosos habrán tenido éxito en una de las dos, perdiendo la otra.
Y en la gran mayoría estarán los que no has conseguido ninguna.
Estas categorías son ¿Buenas o malas?
Yo no se si son buenas o malas.
Para mi es más sencillo, no hay que complicarse mucho.
Disfrutemos y saquemos partido de lo que no ha tocado vivir.
Nunca pienses: ¿Que hubiera pasado si...?
Si te equivocaste, asumes tu errores.
Si acertaste, se humilde con tus victorias.
Pero ante todo se tú mismo.   ©Fer


miércoles, 12 de febrero de 2014

SILENCIO.



Calla y acaríciame.
Que sean  tus manos las que hablen en mi cuerpo.
Narra los placeres que te ofrezco.
Lírica profunda de ti.
Cuenta de forma épica nuestros encuentros.
Quiero sentir la rima de tus dedos en mi piel.
La prosa de tu boca sobre mis pechos.
El verso de tu lengua en mi sexo.
Pero que no se te olvide jamás... amarme.   ©Fer





martes, 11 de febrero de 2014

EL JUEGO.



Juguemos a lo que más nos gusta.
Ese juego en el cual ponemos todo el uno y el otro.
Donde el tablero son nuestros cuerpos.
Las apuestas nuestros sentidos
Y la única regla es complacer a tu pareja.
Ese donde perdemos los complejos.
Donde olvidamos nuestras diferencias.
Ese en el que nos hacemos solo uno
Donde el perder es ganar y el ganar es perder.  ©Fer









lunes, 10 de febrero de 2014

EL BECARIO.





La tensión sexual se cortaba en la oficina.
No podíamos aguantar más aquella situación.
El deseo fue mas fuerte que nuestros reparos.
Se juntaron nuestras bocas en el ascensor.
Mis manos buscaron tu cuerpo.
Arrancamos nuestras ropas nada mas entrar en la habitación.
Caímos en un estado frenético.

Nuestro único objetivo era satisfacer al otro.
El placer cegó nuestra consciencia.
Enlazamos los orgasmos en una noria de fruición.  ©Fer

viernes, 7 de febrero de 2014

TU



Tú fría belleza levanta pasiones.
Tú mirada es desafiante.
La delicadeza de tu piel incita acariciarla.
Pechos desafiantes reclamando ser atendidos.
Piernas enfundadas en delicadas medias.
Y que se puede decir de tu pubis, discreto, suave y tentador.
Tú el objeto de mis fantasías, inductora de mis pasiones, dueña de mis pensamiento. ©Fer

martes, 21 de enero de 2014

EL TALIÓN...



Según la autopsia  tenía cortes en las muñecas que le habían hecho desangrarse, no se observaban marcas y los análisis de toxicología   sólo reflejaban un exceso de Sildenafilo, principio activo de la Viagra. Todas las evidencias que había en el dormitorio indicaban que no era un suicidio. Tenía que saber lo que había hecho Leonardo aquel día.

Acompañe a Julia a su casa, no quería que pasara aquello ella sola, sería duro para ella el volver. Su cuerpo se fue tensando  a medida que nos íbamos acercando, el miedo se reflejaba en su cara y el silencio acentuaba la situación, pero no me salían las palabras. Se quedó parada al salir del coche y de lo mas profundo de sus entrañas salió un suspiro, me miró y con paso firme se dirigió a la puerta. Estaba todo en prefecto estado, el servicio lo dejó todo como si no hubiera pasado nada.

Julia rompió a llorar al entrar en el dormitorio, se abrazo a mí y escondió su cara contra mi cuerpo, entre sollozos balbuceó:

-No puedo, recojo algunas cosas y volvemos a tu casa.

-Si mejor será.

Hizo un par de maletas y regresamos a casa.

Tenía que averiguar que es lo que había hecho Leonardo aquel día y  si podía también quien participó en aquella fiesta sexual. No quería hacer el trabajo de la policía, pero tampoco quedarme sin hacer nada, además yo conocía  los ambientes que se movía para sus fiestas. 

Su secretaría me pasó la agenda y hasta la hora de la comida todo era normal, reuniones de trabajo, a partir de las 3 de la tarde no había ninguna anotación, desde esa hora tendría que empezar a averiguar dónde y con quién estuvo. Empezaría por ir a un bar de las afueras que solía frecuentar con algunas "amigas", tenían un pequeño salón al fondo muy discreto  que utilizaba Leandro para organizar comidas "diferentes", si el camarero o aquella paredes hablaran.

Yo había participado en alguna de ellas, las cosas no estaban programadas todo lo que pasaba iba surgiendo, podían llegar a ser  desde una cosa morbosa con diferentes juegos con la comida, hasta verdaderas orgías de sexo sin medida. Siempre me viene a la mente una comida donde había una pareja sevillana.

Recogí a Leandro en su oficina, me indicó que teníamos que ir a recoger  Concha, una amiga suya enfermera que estaba metida en este ambiente y luego a comer.  Concha era una mujer de unos 35 años de muy buen ver, alta, morena, pecho generoso, caderas pronunciadas y muy elegante. Cuando la recogimos se subieron los dos atrás dejándome de chófer, después de saludarme ella comenzó a contarnos algo de su ex-marido de la forma más normal y cuando miré por el retrovisor y mientras ella seguía contando algo de la pensión, Leandro había sacado el pecho mas próximo a él y lo lamía desesperadamente. Entre risas, gemidos y comentarios provocadores llegamos al bar. Nada más bajarse del coche se acerco a mi y me dio un beso húmedo y profundo, acto seguido me susurró al oído:

-Voy sin bragas y recién depilada.

Antes de entrar al reservado nos pedimos una cañas en la barra, en ese momento entraron por la puerta una pareja y se dirigió hacia Leandro saludándole de forma efusiva. Presentó a Concha y después a mi, se llamaban Tony y Viky, eran de Sevilla y habían venido a pasar unos días a Madrid, apuramos las consumiciones y pasamos al comedor. Solo había montada una mesa para 4,  Leandro me frenó al intentar avisar al camarero que faltaba un cubierto:

-Está bien así.

Bajo mi sorpresa Tony se sentó en  una silla en un rincón mientras los demás ocupamos nuestros sitios. Los comentarios fueron subiendo de tono a la par que el juego de pies por debajo de la mesa, entre platos y mientras decía algunos piropos Leandro comenzó a pasar su manos por los pechos de las dos mujeres mientras a ellas les cambiaba la cara. Se levantó Tony de su sitio y se metió debajo de la mesa, su mujer echó la silla un poco para atrás y se acomodó, seguimos comiendo como si no pasara nada, Viky era una caja de suspiros y gemidos que no podía llevarse la comida a la boca, de repente Concha lazo un gemido y se aferro a la mesa, aquello ya no tenía fin.

-Creo que este perro nos ha dejado bien preparadas, dijo Viky mientras se levantaba.

Se quedó de pie al lado de Leandro, este la empezó a tocar los muslos hasta llegar a su entrepierna, en ese momento sentí la mano de Concha que se posaba en mi pierna e iba ascendiendo. Viky era una verdadera máquina sexual, jamás en mi vida he visto mujer igual, no sé las veces que pudo llegar al orgasmo, enlazaba uno con otro gritando como si estuviera poseída por el Diablo. Acabamos en un desenfreno sexual los 4 que nos llevó casi a la extenuación, mientras Tony sentado en un rincón nos observaba. Tumbadas encima de la mesa las dos mujeres se acariciaban.

Nos vestimos, pasamos por el baño y en la puerta nos despedimos, eso sí diciendo Tony y Viky que siempre que vinieran a Madrid nos avisarían.

Así que ese sería el primer lugar donde ir a preguntar si estuvo aquel día.   ©Fer









viernes, 17 de enero de 2014

EL TALIÓN...



Salí de casa pronto, algunos asuntos del despacho no podían esperar.  Angeles lo tenía todo preparado, me pasó la firma nada más llegar, intenté resolver varias consultas y hablé con Gonzalo, ponía el despacho en sus manos hasta que se fuera solucionando el tema de Leonardo. Llamé a un amigo de la UDYCO por si se podía enterar de cómo iba la investigación.

Julia y yo fuimos amantes, todo pasó cuando Leandro se marcho durante un mes de safari. Entre nosotros siempre hubo mucha complicidad,  pero nunca pensamos en tener nada más que amistad.  Me invitó a comer en su casa el segundo día que estaba sola, todo trascurrió con normalidad hasta que llegó la hora del café, sentado en el sofá del cuarto de estar y sin saber cómo, nuestras miradas se cruzaron, sin mediar palabra y sin saber quien tomó la iniciativa, nuestras bocas se juntaron, primero de una forma suave,  pero sin tiempo de reacción pasaron a ser unos besos húmedos y profundos.

Pasé muchos días de aquel mes con ella, los encuentros eran tórridos y salvajes, llegamos a pasar jornadas enteras sin salir de la cama, sus artes amatorias eran increíbles parecía conocerlas todas.  Tuvimos largas charlas donde dejamos al descubierto nuestros sentimientos, miedos, pasiones,desengaños... por eso nos conocíamos a la perfección el uno al otro.

Recuerdo parte de una de las conversaciones:

-Tengo sentimiento de culpabilidad, ¿Tú no?

-No. Vamos a ver si me entiendes, tú para mi eres un amigo,  muy importante y al cual quiero con locura, pero no creas que voy a tener otros sentimientos por ti ni por nadie, estoy enamorada de Leandro y creo que lo estaré de por vida. Tu conoces  la debilidad que tiene mi marido por el sexo, pues esa debilidad me la ha trasmitido a mi,  sé los encuentros sexuales que tiene y él conoce los míos,  para nosotros solo es sexo. Así que no te sientas culpable.

-¿No tienes miedo a que aparezca alguien que....?  no dejó que terminara la pregunta.

-No, no lo tenemos ninguno de los dos, danos todo el sexo que quieras con otros, pero amor solo entre nosotros.

Su palabras me dejaron pensativo, tenia que asimilar todo lo que me acababa de contar, pero aquel no era el momento oportuno, ella se había deslizado por las sábanas y se encontraba reanimando mi masculinidad.  ©Fer

martes, 14 de enero de 2014

EL TALIÓN...



Desde que se marchó Gonzalo apenas habíamos cruzado palabra, Julia se encontraba como en una nube y yo no quería bajarla de ella. Aprovechando que me preguntó por  donde había más leche dí el paso:

-¿Con quién estuviste después de la presentación? Con una frialdad digna de admiración continuó echando la leche.

-Sabía que no tardarías en preguntármelo. Que más da su nombre, quiero que no se vea involucrado.

-Haremos todo lo posible para que así sea. pero tal vez si las cosas se ponen muy mal lo tendrás que decir.

-Tú  nos conoces bien, Leandro y tú habéis sido inseparables desde hace muchos años, vuestra amistad siempre ha estado a prueba de todo. A mi creo que has llegado a conocerme mejor que él, por eso sabes que le quería y que no sería capaz de esto.

Llevaba razón los conocía demasiado bien, sus virtudes y sus defectos, sus dignidades y sus vilezas, sus pudores y sus lascivias.

Después de darle los tranquilizantes puse la televisión un rato, no era capaz de centrarme en la programación, así que me dedique a pasar los canales de forma casi mecánica. Los recuerdo se sucedían rápidamente, se iban entrelazando las épocas y las situaciones, los buenos con los malos, era como una moviola de la vida. No fuí consciente en que momento las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.

Me desperté sobresaltado al notar una mano en mi hombro y antes que pudiera decir nada...

-Borja Soria, dijo Julia de pie al lado del tresillo.

-¿Como dices?

-Borja Soria, con él estuve.

-¿Y?

-Sabes que para ti no puedo tener secretos, no te contaré cosas, pero si me preguntas siempre te digo la verdad.  ©Fer

EL TALIÓN...



Poniendo al corriente de la situación a Gonzalo recordé con detalle como se encontraba la habitación. Estaba desnudo en una posición fetal, envuelto en un gran charco de sangre que resaltaba con el blanco de las sábanas, no se le veían heridas a simple vista,  esparcidos por la cama y el suelo varios preservativos y encima de la mesilla una caja de Viagra. Ahora que analizaba la escena con más calma me di cuenta que Julia no tenía nada que ver.

Leonardo siempre había sido muy especial para el sexo, tenía una necesidad casi enfermiza, yo creo que no hay práctica sexual que no hubiera probado. Recuerdo en nuestros años de facultad las fiestas que organizaba en su casa, comenzaban un viernes por la noche y duraban hasta el domingo, eran famosas en la universidad. Empezaban como cualquier otra fiesta, presentaciones, bebidas, baile..... pero según iba trascurriendo la noche el ambiente se caldeaba, la ropa empezaba a volar, las risas se mezclaban con los jadeos, los gemidos eran la melodía de fondo.  Las persianas permanecían bajadas y no tenías noción del tiempo.

Nos observaba apoyada en el marco de la puerta, en su cara se dibujaba todavía el efecto de los tranquilizantes. Aunque fuera duro teníamos que hablar de lo sucedido ya que según pensaba la policía era la principal sospechosa, con un caminar titubeante llegó hasta la mesa y se sentó a mi lado.

-Necesitamos que no detalles todo lo que hiciste, sitios, personas, horas... eres la principal sospechosa.

-Yo no fui.

-Ya lo sé Julia, pero que yo lo sepa no sirve.

Comenzó el relato desde que se levantó, poco a poco iba desgranando como se fue desarrollando el día, Gonzalo fue tomando notas mientras yo atentamente lo hacía mentalmente. Hubo algo que no me cuadró cuando llegó a la hora de la cena y las copas, la conocía demasiado bien y pude notar como la temblaba un poco la voz, no quise preguntar nada en ese momento, ya lo haría a solas. ©Fer






domingo, 12 de enero de 2014

EL TALIÓN...



Leonardo había sido siempre un hombre de éxito.  Compaginaba los estudios con sus trapicheos, allí donde veía que podía sacar un beneficio se metía de cabeza. Estudiamos derecho juntos, aunque él nunca lo ha ejercido, donde nuestra amistad se afianzó de por vida. Él siempre intentó meterme en sus negocios, pero yo prefería quedarme fuera y dedicarme a mi despacho.  Por sus contactos logró meterse en la obra civil creando una sociedad  donde ha forjado toda su fortuna.

Llegué a comisaria y pregunté por Julia, después de identificarme me acompañaron a una sala donde estaba declarando. La cara del inspector me dió mala espina, creo que acabará deteniendo  a Julia como presunta asesina, así que tocará trabajar duro.

Julia y Leonardo se conocieron  hace 25 años en una recepción del Ministerio de Obras Públicas donde ella trabajaba de secretaria. No han tenido hijos y aunque seguían queriéndose con el paso del tiempo se había convertido en un matrimonio de conveniencia, él dedicado por completo a sus negocios y ella  a  vivir la vida. No me creía que ella fuera culpable, conocía bastante bien la relación y a Julia.

Mientras estábamos esperando hablamos de cosas banales, ninguno de los dos queríamos tratar el tema ya tendríamos tiempo, nuestras mentes estaban bloqueadas es como si todo aquello no hubiera pasado. Cuando nos dieron permiso para irnos, eso si estando siempre localizada, fuimos a mi casa, se quedaría allí ya que no podía ni debía ir a la suya.

Después de tomarse un par de calmantes se acostó a descansar. Yo me dediqué a hacer llamadas para poner en conocimiento del fallecimiento a varias personas, también llamé a Gonzalo  mi mano derecha en el despacho, quería que él llevara el caso a mi me afectaba demasiado. Necesitaba una ducha que me espabilara, tenía que estar fresco la jornada estaba siendo dura y lo que restaba.

Sentado en el sofá tomándome un café me preguntaba el por qué, aquello no había sido un robo, todo estaba en su sitio, no estaba forzada ninguna puerta o ventana, el objetivo era él.  Aunque en las esferas que se movía  muchas veces se rozaba la raya de la legalidad, otras seguro que se traspasaba, nunca fuí conocedor de que él lo hiciera. Familia no tenia, sus padres habían muerto y no tenía hermanos y por un problema de fertilidad no podía tener hijos.

La historia de Julia era de lo mas corriente. Procedía de una buena familia, su vida había sido de lo más cómoda, nunca le faltó  nada. Era una mujer que llamaba a atención, alta, morena, con una figura que hacía volver la cabeza de los hombres por la calle, pero lo que más resaltaba en ella era su elegancia natural.
Dejó de trabajar cuando se casó y su única ocupación era disfrutar de la vida.

Miré el reloj, eran las 7 de la tarde, me quedé traspuesto y me despertó el timbre de la puerta. Era Gonzalo,  le expliqué todo lo sucedido, no hacía falta el decir lo que tenía que hacer era una cabeza privilegiada y un profesional impecable.  Entreabrí la puerta de la habitación para comprobar si el timbre le había despertado, estirada en la cama y ajena a todo por el efecto de los calmante dormía plácidamente.  ©Fer ©Fer





sábado, 11 de enero de 2014

EL TALIÓN...



Conocí a Leonardo cuando vino nuevo al colegio en el primer curso de bachillerato, su llegada fue toda una revolución tenia un carácter embaucador, rápidamente se metió en el bolsillo a la gente. Conmigo fue otro cantar, había algo que no nos cuadraba a los dos y los roces eran continuos. Así fueron pasando los meses hasta llegar a la fiesta de Navidad, nos tocó en el mismo grupo de organización y debido a que pasamos tanto tiempo juntos las cosas fueron cambiando y nació la amistad que hasta hoy tenemos.
Llamaron a la puerta, miré a Julia:
-¿Estás preparada? Asintió con la cabeza mientras su cuerpo se tensaba en claro síntoma de nerviosismo. 
Desde aquel momento los hechos se fueron desarrollando a toda velocidad, fueron llegando numerosas personas de las diferentes brigadas. El inspector que estaba a cargo del caso después de ver la escena del crimen se llevó a Julia a un cuarto de estar para hacerle las preguntas de rigor, cuando fui a entrar me inquirió mi filiación. 
-Roberto Calamita, abogado y amigo de la familia.
Me miró detenidamente y sin decir nada se centró en Julia y comenzó a preguntar. Ella relató todo lo que hizo en el día echándose a llorar cuando llegó al momento en que entro en la habitación. Él anotaba cosas en una libreta si decir nada y como un latigazo preguntó:
-¿Ha sido usted quien le mató?
Como un animal herido ella saltó negando de forma tajante, el siguió haciendo preguntas de rutina y yo solo era un mero observador, bajo mi opinión no era el momento de intervenir. Le comunicó que tendría que acompañarle a comisaría para hacer la declaración.
-¿Está detenida?
-No, todavía no.
-¿Como que todavía?
-De momento es una sospechosa. Salió del cuarto dejándonos allí.
Trascurridas un par de horas desde su llegada y antes de que hubiera llegado el Juez para levantar el cadáver, el inspector le comunicó a Julia que por favor le acompañara a comisaría. Salimos hasta la calle,le abrió la puerta trasera del coche y dirigiéndose a mi dijo:
-Comisaría de Chamartín. Dió la vuelta al coche subiéndose al lado del conductor.
La mirada de ella a través de la ventanilla me pedía ayuda. Decidí fumarme un cigarro antes de arrancar el coche, había algo en todo aquello que no me cuadraba, es esa sensación que tienes cuando se te escapa algo evidente. ©Fer






jueves, 9 de enero de 2014

EL TALIÓN. Continuación



Se cerro tras de mi la puerta, la distancia hasta la entrada de la casa era respetable, camine despacio mi cabeza seguía dando vueltas a todo. Se dibujaba la silueta de Julia en el porche, daba la impresión de estar demasiado tranquila. Se abrazo a mi y rompió a llorar. Una vez que desahogo parte de su sofoco entramos en la casa, había un frío silencio que lo inundaba todo. Contestando a mi pregunta me informo que estábamos solos, el matrimonio de servicio había cogido el día libre por un problema familiar. Sentados en el salón comenzó a contarme lo que había sucedido.

Elle llevaba todo el día fuera de casa ya que había quedado a comer con una amiga, después tenia la presentación de un libro de no se que escritor de moda y como se juntaría con amigos se irían a cenar algo. Al abrir la habitación cuando regreso a casa se encontró la macabra escena, que yo todavía no había visto, Leonardo  en la cama rodeado en un charco de sangre.

Subimos las suntuosas escaleras de mármol blanco en silencio, recorrimos el pasillo y poco antes de llegar a la puerta del dormitorio ella se paro, no quería volver a ver la escena. Mientras abría la puerta un escalofrió me recorrió y al contemplar la imagen de Leonardo sobre la cama una sensación extraña me inundo el cuerpo, era de dolor por el amigo perdido y nauseas por aquella carnicería. Cerré la puerta y nos volvimos a abrazar a la vez que rompimos a llorar.

Tenia la boca seca y no podía articular palabra, fuimos a la cocina a por un vaso de agua.

-¿Has llamado a la policía?

-No, no sabía que hacer estaba horrorizada y lo primero que se me ocurrió fue llamarte.

-¿Has tocado algo?

-No he tenido fuerzas para acercarme.

-¿Echas algo en falta?

-Tampoco, todo esta en perfecto orden.

-¿Has tenido algo que ver?

Se volvió de forma cautelosa y clavo sus ojos marrones en los míos.

-Como eres capaz de preguntar semejante cosas conociéndome. No, no he tenido nada que ver.

Se giro dándome la espalda como señal de desprecio.

-Voy a llamar a comisaria.  ©Fer

martes, 7 de enero de 2014

EL TALIÓN.



El frío golpeo mi cara al salir, alce el cuello de mi abrigo y acelere el paso, la calle a esa hora estaba desierta y más entre semana. Me subí en el coche,  al motor le costo arrancar, encendí un cigarro mientras sonaba la ultima señal horaria,  eras las 3 de la madrugada y la voz monótona del locutor comenzó a dar las noticias.
Mi cabeza no dejaba de dar vueltas a esas palabras:
-Ven rápido, han matado  a Leonardo.
Había cogido el teléfono casi de forma instintiva, pero pude reconocer la voz de Julia, la mujer del fallecido. Fui intentando adivinar lo que podía haber sucedido, haciendo supuestos de las diferentes situaciones,  pero no conseguía todavía poner las neuronas a pleno rendimiento, uno se va haciendo mayor y los tiempo de reacción cada vez es mayor.
La casa, si así se puede llamar por sus dimensiones, estaba situada en una de las urbanizaciones de lujo de las afueras, me costo 20 minutos llegar.  La calle estaba tranquila, la alta tapia no permitía ver el interior, pero no se escuchaba nada extraño. Deje mi Citroen Tiburón aparcado 2 casas mas abajo.

Se me olvidaba presentarme, soy Roberto Calamita.     ©Fer

domingo, 5 de enero de 2014

LA CAM.



Me senté delante del ordenador y empece a navegar por ese mundo virtual. Aquella noche tenia las hormonas revolucionadas, la excitación se había apropiado de mi cuerpo, llevaba varios días sin sexo y me estaba afectando. Fui encontrando paginas de sexo, todas iguales, de repente se abrió de forma automática una pagina, eran cam en directo de gente amateur.

Empece a investigar de que iba. Estaba dividida en varias secciones, mujeres, hombres, parejas..... pinche en los hombres y  se abrió otra pagina que estaba dividida en muchas ventanas, cada una de ellas era de un chico diferente, la mayoría desnudos y masturbándose. Me llamo la atención una de ellas, era de un chico moreno de unos 30 años con un cuerpo escultura. Estaba sentado en un sillón con unos bóxer  que marcaban toda su masculinidad. Aquella visión termino por encenderme del todo. La gente escribía cosas en un chat y el les respondía por el audio. Me entro la curiosidad y fui saltando de sala en sala, las mujeres  estaban en situaciones similares y las parejas jugando entre ellas. Mis manos ya se encontraban acariciando mi cuerpo. Lo que mas me excito fue que eran gente corriente que emitía desde sus casas, no era un porno enlatado de cuerpos 10 en posiciones inverosímiles.

Mi mano izquierda se encontraba entre mi cuerpo y el tanga, mientras con la derecha accionaba el ratón pasando de una  cam a otra.  Vi todo tipo de sexo, lesbico, gay, tríos, parejas, onanismo, transexual, alguna aberraciones...  Pero me llamo la atención una pareja,  tendrían unos 40 años cuerpos cuidados y por lo que se apreciaba mucho vicio. Ella era una morena de larga melena y el canoso con muchas horas de gimnasio.  Estaban en la cama sobre unas sábanas blancas que casi hacían daño a la vista, el  tenia el torso desnudo, ella lucia un corpiño negro con ribetes en rojo que conjuntaba con el tanga y las medias.  Solamente se encontraban hablando con los que les estaban observando, pero tenían algo, algo que me encantaba.

Mientras los observaba me fui desnudando y jugando con mis dedos por todos mis puntos erógenos.  Mi imaginación desbocada veía aquella pareja en su juegos mas íntimos, pero en realidad no pasaban de unas leves caricias por su piel desnuda, su delicadeza era envidiable, no había nada grosero en ellos. Mis pezones duros y mi sexo húmedo delataban mi grado de excitación

Comenzaron a besarse profundamente, sus cuerpo se juntaron y sus manos pasaron por sus pieles desnudas, lo comentarios del chat fueron subiendo de tono y empezaron a demandar ciertas artes amatorias. Yo no podía escribir nada, aunque me hubiera encantado, pero tenia suficiente con atender mis deseos que cada vez eran mas calientes. Eche la cabeza un poco hacía atrás y cerré los ojos dejando volar mi imaginación, quería estar con ellos, besarles, acariciarlos , llenarlos de todo tipo de atenciones, quería demostrar lo buen amante que podía ser. Llegue a tal punto que casi notaba sus manos, sus labios con los míos, el calor de nuestros cuerpos. Mi mente me llevo a tener uno de los mejores orgasmos que recuerdo, todo mi  cuerpo se tenso y temblaba bajo tanto placer.

Cuando fui capaz de recobrar la consciencia puede ver que habían dejado de emitir, me entro un poco de pena, me hubiera gustado dar las gracias. Guarde la pagina en mis favoritos. ©Fer







viernes, 3 de enero de 2014

CRISÁLIDA.



Llevaba una buena temporada sin ser yo, las cosas me estaban afectando demasiado.  Sabía cual había sido el detonante de aquella situación, pero  desconocía  cuando terminaría. El cumulo de situaciones solo habían acrecentado aquel estado.

Te encierras en ti mismo, intentas analizar lo sucedido, sacas conclusiones que vuelves analizar y que desechas, así una y cientos de veces hasta que llegas a un bucle que no tiene salida, todo vuelve a empezar. 
Te colocas en posición fetal para protegerte de todo y de todos, como crisálida te aíslas del mundo para tener tu metamorfosis y salir mas fuerte. ©Fer