miércoles, 27 de junio de 2012

ESMERALDA. VI PARTE.



Caminaba lentamente por la calle Alcalá después de  estar descansando casi en día entero, su cuerpo se encontraba recuperado. No podía dejar de pensar en cada uno de los momentos vividos en aquellos días, recordaba cada caricia, cada suspiro, cada orgasmo, tenia una doble sensación de placer y culpabilidad.

Esta sensación de culpabilidad la tenia depuse de estos encuentros y siempre llegaba a la misma conclusión, “Esta será la ultima vez” Pero con el paso del tiempo aquella opinión cambiaba, su cuerpo se hacia dueño de su mente y la excitación recorría cada rincón de su cuerpo, necesitaba sexo.



Dentro de poco volvería a su vida monótona en aquella capital de provincia, esa vida de señorita  de  buena posición que tiene que mantener las formas. Varios  pretendientes que buscaban más su dinero que su amor, unas personas simples y faltas de cualquier interés. El final estaba claro, su padre la obligaría a casarse con alguno de ellos, se convertiría en una señora sin más inquietudes que su casa. Aquello no era para ella,  tenia una idea  que le rondaba la cabeza desde hacia tiempo y     todo lo vivido esta ultima vez le estaba ayudando para tomar la decisión.

Dio la vuelta con energía, avivo el paso en dirección al hotel, la mirada detrás de las gafas de sol era de decisión. Subió a la habitación y se puso hacer la maleta con rapidez, le preocupaba poco como quedara la ropa, en un momento lo tenía todo recogido y listo para partir, llamo a  recepción y pidió la cuenta y un taxi.


Llego a la estación y busco billete para el primer autobús que saliera para su casa. En 15 minutos estaba sentada y mirando por la ventanilla, tenia muy claro lo que le dirá a su padre.

lunes, 25 de junio de 2012

RECUERDOS



Buscando en los recuerdos de juventud siempre te quedan aquellos primeros amores. Aquellos con los que disfrutaste tanto y con los que también sufriste.
Aquella compañera de clase, esa vecina mayor que tu, la hermana de tu mejor amigo..........
Unos te correspondieron, otros no y algunos ni se enteraron de tus sentimiento.
Pero con el paso del tiempo recuerdas los buenos momentos y tu mente rechaza las cosas malas. Aquel roce de mano, ese beso furtivo, ese baile en la fiesta del colegio.


Con la perspectiva que te da el paso de tiempo y la experiencia adquirida creo que mitificas mas esos momentos. Ves que eran momentos puros y verdaderos sin ninguna maldad, dados realmente con el corazón.
Esos recuerdos que nos ponen una sonrisa en la cara o esa mueca de melancolía. Esos recuerdos que guardamos en lo mas profundo de nuestro yo. 

domingo, 24 de junio de 2012

SIRENA. V


Aquella separación fue dura, pero la calmaba los momentos vividos. Hablaban a diario y cada vez había mas afinidad entre ellos, de la pasión se paso a la complicidad.

Después de un tiempo ella tomo la decisión de ir distanciando sus conversaciones, para ella cada vez que hablaban era una necesidad pero también un sufrimiento. Para él era lo contrario, cada segundo que la escuchaba era algo que le daba vida.



Unos meses mas tarde volvieron a quedar, volvió a recogerla en la estación, tenia los mismos nervios que la primera vez. El encuentro fue algo maravilloso, la estrecho entre sus brazos y la beso. Ella tenia aquel brillo en los ojos, pero había algo en lo mas profundo de sus ojos que no había la vez anterior.

No dejaron de hablar en todo el rato, se fueron contando sus cosas entre caricia y caricia, entre beso y beso. Pasearon, comieron, bebieron siempre entre la complicidad que tenían, pero el seguía notando algo raro en ella.

Mientras tomaban un café sentados en una terraza el tomo la iniciativa y pregunto: Que me quieres decir, tu hoy aparte de vernos has venido a decirme algo.
Ella negó, no tenia nada que decirle y que solo había venido a verle. Ahí se quedo el tema, pero ambos sabían que había algo más.



Subieron al coche y se desato la pasión, los besos fueron profundos y húmedos su manos recorrían sus cuerpo y la excitación fue creciendo, los suspiros y jadeos eran lo único que se escuchaba.

Entraron en la habitación del hotel y se desato la lujuria, hicieron el amor con pasión, dulzura, salvajemente, buscando el complacer al otro, sin ser egoístas.



La volvió a dejar en el mismo lugar que la vez anterior y a tener los mismos sentimientos, pero en lo mas profundo de sí sabia que algo había cambiado.

viernes, 22 de junio de 2012

Cosas de la vida.



Con el paso de los años a uno se le van tiñendo las sienes de blanco y se acentúan las arrugas. Pero lo que tengo claro es que poco cambiamos en  nuestra forma de ser, los que nacemos  ingenuos moriremos ingenuos.

No se si la vida me ha tratado bien o mal,  creo que he tenido los altibajos que tenemos todos, eso si poco a poco me ha marcado.  El trato con la gente es algo que necesito y me gusta, el conocer a las personas  creo que es algo que me enriquece y me da fuerzas,  pero lo que no consigo es no involucrarme con ellas.

Siempre me lo han dicho: Fernando ves poco a poco. Pero mi sangre caliente no me deja, me entrego y  me doy desde el primer momento y mal por mi parte espero recibir lo mismo. Estas decepciones que me llevo me afectan, pero también me hacen crecer, pero por mucho que me  quiero convencer de que tengo que cambiar y no ser así, no puedo.

¿A que viene esto?
Pues no viene a nada en particular y a todo en general, últimamente creo que he estado en una espiral de acontecimientos que me han superado un poco, por eso he tenido un receso en muchos aspectos, tenia que poner las ideas en su sitio y colocar las neuronas. 

Dar las gracias a los amigos, que los hay, que han estado y dar las gracias también a muchos que se les han caído las caretas.