jueves, 27 de febrero de 2014

EJECUTIVA.



Nos quedamos solo en el despacho.
Desabrochaste lentamente tu chaqueta.
La falda resbalo por tus piernas.
Te habías ganado la fama de cruel.
Los empleados temblaban al oír tus tacones.
Que equivocados estaban.
Solo disfrutabas complaciendo a tus amantes.
Nunca tenias una negativa a sus peticiones.
Tu cuerpo resaltaba más enfundado en aquella lencería.
Pechos prominentes, cintura estrecha, caderas proporcionadas.
Te acariciabas insinuante ante mi.
Te acercaste y comenzaste a desnudarme.
El roce de tus dedos me hicieron temblar.
Besabas cada centímetro de piel que ibas descubriendo.
Tu nariz se metió en mi pecho para aspirar profundamente.
Mordiste mis pezones.
Liberaste tus pechos para rozarles con el mio.
Tu mano se abrió camino en mis pantalones.
Sentirte arrancó un gemido de mi garganta.
Te separaste y mirando al suelo dijiste:
"Soy tu sierva para darte placer"  ©Fer
















No hay comentarios: