jueves, 26 de mayo de 2011

ATAULFO COMPOSTIZA CALAVERA. (tercera parte)

Estaba en el 3º de carrera, llevaba la típica vida de estudiante con recursos en Madrid. Estudiante brillante desde niño, le quedaba mucho tiempo libre para dedicarse a los placeres de la juventud. Gran conocedor de las mujeres tenía facilidad para los amoríos.


Su hermana Gume vivía con sus padres, a la espera de encontrar marido, pero ella tenia otras ideas. Enamorada desde niña de Antonio, el del poblado, tenía un enfrentamiento continuo con su familia. Le prohibieron que fuera a la finca y que tuviera cualquier contacto con el. Pero de mil formas diferentes ellos seguían manteniendo su amor.
Le avisaron de su casa, su hermana se había fugado. Salio de inmediato. Cuando llego hablo con sus padres, la cosa pintaba mal para su hermana, su padre había tomado la decisión de no saber nada más de ella. Tulfi, que estaba muy unido a su hermana, sabia perfectamente donde podría estar la pareja de enamorados.


Llamo, nadie respondía, se oyeron pasos y se entreabrió la puerta y por la rendija se vio el ojo de Antonio. Nada mas comprobar que era Tulfi, abrió y sin decir nada se miraron fijamente, se dieron un abrazo y pregunto por su hermana.
Después de hablar mucho rato llego a la conclusión de que su hermana había tomado una decisión firme, no volvería.
En su familia no se volvió a nombrar a Gume, parecía como se no hubiera existido nunca. Tulfi seguía manteniendo contacto con ellos y los veía muy a menudo. Su hermana era su ojito derecho.


Murió primero su padre y a los pocos meses su madre de amor. Tulfi heredo todos los bienes de la familia, ya que según su padre, era el único hijo. Desde ese momento intento ayudar a su hermana en todo lo posible. Ella había cambiado su vida, estaba feliz, no necesitaba nada. Le daba dinero que ella aceptaba a regañadientes e intentaba que su vida fuera mejor y no le faltara de nada. Era su hermanita, esa niña que tenia metida muy dentro de su corazón.

6 comentarios:

Nazaríes dijo...

Espero ansiosa la cuarta entrega..

Mis felicitaciones.

Un abrazo

Fernando dijo...

Muchas gracias querida amiga.
Besos

Orquídea dijo...

Morir por amor... Hoy dicen que eso ya no pasa... Pero hasta hace 10 años yo lo pude vivir... Murió mi mamá y 11 meses más tarde mi padre, se dejo ir... Ya no quiso seguir, se le fue su otra mitad.

Nos tiene enganchados así que a la espera de la cuarta.

Besos desde la distancia más corta

Fernando dijo...

Unos mueren de amor y otros lo matan, son las cosas de la vida.
Que duro y que bonito lo de sus padres.

No se preocupe, que ya queda nada.

Besotes.

Antoniatenea dijo...

Morir de amor ,como dice Orquídea ya no ocurre pero tú lo narras y ella también lo vivió. Cuantas cosas pasadas de moda suenan ahora tremendamente preciosas , verdad'.
Un relato que te hace esperar y ansiar el devenir.
Besos

Fernando dijo...

No cualquier tiempo pasado fue mejor, pero siempre tiene su encanta.
Besos