lunes, 16 de diciembre de 2013

LA CITA.



Estaba toda nerviosa, pasado mañana tendría la cita. Es algo que deseaba desde hacia mucho tiempo y por fin había llegado el momento, estaría en su brazos, saborearía su boca, sería toda suya. Estos dos días los iba a dedicar a todo tipo de tratamiento de estética para estar perfecta para él. Hoy tocaba depilación, mi piel tenia que ser como la seda.

Llegue al centro de estética, saludé a Marisa que después de tantos años era como de la familia. Me acompaño a una de las cabinas y me comento que hoy no me atendería Belén se había puesto mala, que lo haría Patricia una chica nueva que era muy buena. Empecé a desnudarme cuando cerro la puerta, me cubrí con la toalla y me tumbe en la camilla a la espera de que viniera. Llamaron a la puerta y se abrió, era Patricia, una chica rubia de unos 30 años, guapa y muy simpática. Se presento y comenzó a preparar todo los potingues mientras hablábamos de cosas sin importancia. Me hizo las asilas y las piernas y la verdad que tenia razón Marisa, aquella chica era especial, tenia una manos maravillosas.

Comenzó  con mis pubis, lo hacía con tal delicadeza que sus dedos parecían plumas, gracias a Dios que no tengo mucho vello y después de tantos años de depilarme menos, cerré los ojos y empecé a pensar en él. en como sería nuestro encuentro, como nos abrazaríamos, como sabría su boca, como olería su cuerpo, como me haría suya...ummm, solo de pensarlo me había excitado, intente cambiar de pensamiento para que no se notara, pero creo que fue tarde:

-Te pasa algo.

Me pregunto con una voz cálida mientras dos de sus dedos rozaron mi sexo, esto me saco un leve gemido.

-Creo que estas algo tensa, necesitas un masaje.

Sin darme tiempo a reaccionar había echado aceite en sus manos y empezó a recorrer mis piernas, bajaba y subía por ellas quedándose siempre en mis ingles, aquellas caricias hicieron que me abandonara por completo, mi excitación fue en aumento, oí como echaba el cerrojo a la puerta, se acerco otra vez a la camilla y me abrió la toalla, subió por mi cintura hasta llegar a mis pechos, los masajeo de forma circular, jugo con mis pezones y los apretó firmemente.

Sentí como se subía en la camilla y se montaba a caballo encima de mi, abrí los ojos y contemple como terminaba de quitarse la camiseta, tenia unos pechos firmes coronados por dos pezones puntiagudos, acerco su cuerpo al mio y note como me rozaban esas dos fresas, su pechos recorrieron mi cuerpo, se frotaron con los míos,estaba alcanzando una excitación que no había conocido.

Cuando mi respiración se acelero y  tuve que ahogar mis gemidos se bajo y empezó a pasar su mano por mi húmedo sexo, sin ningún trabajo entro dentro y creí morir, que placer me estaba dando, fue acelerando y mis caderas se acompasaron con su mano, aquello era maravilloso. Me hizo llegar al orgasmo 3 veces seguidas. Note sus labios como rozaron los míos.

Cuando abrí los ojos estaba sola, se había ido. Entre la confusión del placer y de lo que había pasado comencé a vestirme, no me podía explicar como pudo pasar, si no me gustan las mujeres, pero tengo que reconocer que había disfrutando como nunca.

Me pregunto Marisa que tal con la chica nueva y no se como salieron de mi boca esas palabras:

-Desde ahora que me atienda ella.©Fer


2 comentarios:

Musa dijo...

Admiro la forma tuya de escribir, no es fácil que un hombre lo haga desde el punto de vista femenino y tu lo bordas!

Fernando dijo...

Muchas gracias querida, sera que seco mi lado rubio. Besos