domingo, 1 de abril de 2012

SIRENA. II

Al día siguiente habían quedado temprano, pero por azares de la vida la cita tubo que retrasarse. El le esperaba ansioso, su cuerpo tenia una sensación rara, no sabia lo que era, pero hacia mucho tiempo que no lo sentía.


Los minutos no corrían en aquel maldito reloj, esa espera cada vez le ponía mas nervioso. Por fin la
vio aparecer en el jardín, su melena al viento, su paso firme, su cuerpo contoneándose de forma provocadora y aquella sonrisa en su cara.
No pudo resistirse y sin decir nada la estrecho en sus brazos y le beso dulce y profundamente, su cuerpo se estremeció como el de un niño. Subieron en el coche con aquella complicidad que tenían entre los dos. La charla era amena y fluida, las miradas dulces, el roce de sus manos contante y las sonrisas sinceras. En cada semáforo aprovechaban para besarse, para acariciarse, aquellos instantes eran fuego.



Fueron a tomar una cervezas, sus cuerpos no podían separarse, abrazados y medio jugueteando se pasaracian todo el tiempo. Aquellas miradas expresaban todo lo que sentían, aquella pasión, deseo, lujuria..............tal vez amor.

Salieron del bar y su pasos se dirigieron hacia un hotel.

1 comentario:

Orquídea dijo...

Delicioso amigo como siempre muakisssssssss