Vestidos
como manda los cánones y bien cenados, encaminamos nuestros pasos hacía la ópera,
fuimos dando un paseo, la noche era de lo más agradable e invitaba a caminar. Hablamos poco, el silencio no era por nada,
solo para poder disfrutar de ese momento.
No había mucho que decir, su forma de agarrarse a mi brazo y la presión
de sus dedos lo decía todo.
Como ya he
dicho en alguna ocasión, soy clásico, a mí el arte moderno no me gusta, no lo
entiendo y no le veo la belleza, será porque tengo muy mala imaginación y solo
veo lo que hay. Me gusta mirar un cuadro
y poder contemplar como el artista, reproduce hasta el más ínfimo detalle con
una naturalidad asombrosa, esas caras que les falta hablar, esas manos con el detalle de las
venas más pequeñas. Pues en arquitectura
y decoración me pasa igual, me gusta una casa que parezca una casa y no un
bloque de hormigón, con una decoración de casa y no pasillo de sótano. Como me
oiga Joaquín Torres.
Nos
detuvimos unos momentos al doblar la
esquina de la Avenida de la Ópera y quedar delante nuestra el Palacio Garnier,
que preciosidad de fachada, resaltada por la buena iluminación que posee, los
detalles dorados brillaban más llegando a su máximo exponente en las dos
estatuas. Su escalera es tiene una robustez
y delicadeza que te conmueve los sentidos, se podría pasar uno horas contemplando
esa maravilla. Más de una veintena de lámparas
cuelgan del Gran Salón, sus columnas doradas, sus frescos. Su patio de butacas es
sublime, te deja sin palabras su decoración neobarroca.
Después de
lo del arte voy a descubrir otra paletada mía, la ópera me aburre de solemnidad,
creo que llegue a dar alguna cabezada, mi mujer no hacía nada más que darme con
el codo en las costillas, si no hubiera sido así, me hubiera puesto a roncar
cual choto. Tuvimos la noche movidita, me debió de sentar algo mal de la cena y
pase más tiempo en el baño que en la cama.
“Buenos
días.
Este es el último
día en Paris y por mi parte solo tenéis que hacer dos cositas muy fáciles:
1ª Visitar
el cementerio de Montparnasse, algo que para mí tiene mucho encanto.
2ª Ir al
Mercado de las Flores, tienes que buscar un puesto especial, sabrás cual es
cuando lo veas.
Divertirse”
Esta vez nos
dieron el sobre mientras desayunábamos, tendríamos que hacer caso y ver como
acababa esto. ©Fer
1 comentario:
Se acerca el final... creo!
Aunque quien sabe si el último sobre enlaza algún descubrimiento nuevo.
Siento que se me terminan las vacaciones!
Besos
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