Una mañana de Primavera cuando los cerdos volaban de flor en flor y las mariposas comían bellotas, andaba yo por la calle desnudo con las manos en los bolsillos, de repente una ráfaga de calma me acerco una hoja de periódico sin letras que ponía: “Un bebe de 80 años congelado en un incendio”. Al oír esa noticia, salí corriendo, llegue a mi casa, encendí la puerta, abrí la luz, acosté a la ropa y me colgué en el armario, de repente escuche una voz que decía: “Hombre de poca vergüenza, asómate a la ventana y dame un poquito de sed, que vengo muerto de agua”
Anónimo.
2 comentarios:
Un buen toque de locura querido amigo, me he reído mucho al leerlo, no pierda nunca su sentido del humor muakisssssssssss
Muchas gracias amiga, ya sabe que se me va la pinza.
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