Esperaba nervioso en aquella pequeña estación de autobuses. Apenas había nadie, un par de viajeros que esperaban la hora de su partida y un empleado que vagaba errante intentado que pasar el tiempo de la forma mas rápida.
Había llegado con tiempo de sobra, como siempre hacia y entre cigarro y cigarro no dejaba de mirar el reloj, el tiempo parecía que no corría, los segundos se hacían minutos y los minutos horas. intentaba centrar sus pensamientos en otras cosas para no ponerse nervioso, pero no lo conseguía, lo único que se le venia a su mente era como seria su encuentro.
Vio que llegaba el autobús y empezó a ponerse mas nervioso de lo que estaba, intentaba descubrir a través de las ventanillas si podía reconocerla, pero era imposible, la gente ya estaba de pie cogiendo las cosas para bajarse. Empezó a salir la gente por ambas puertas y el con su mirada buscaba impaciente, no lograba reconocerla, le comenzó a entrar una duda, tal vez no vendría
En aquel momento que ya casi tenia la esperanza perdida la vio aparecer entre la gente, el corazón comenzó a latir como una locomotora, las piernas le temblaban, parpadeaba sin cesar, jamas había tenido un estado semejante.
Las miradas se cruzaron y se esbozo una sonrisa en la cara de ambos, en aquellos momentos fue como si se parara todo a su alrededor y lo único que tuviera movimiento fueran ellos dos. Se abrazaron y sintieron sus cuerpo unidos, algo que llevaban esperando desde hacia mucho, rozaron sus labios entregándose a un beso dulce y profundo.
Seguirá.
1 comentario:
Un bello encuentro amigo, de esos que nos hace soñar muakisssssssssssss
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