domingo, 29 de enero de 2012
ESMERALDA.IV PARTE.
Vestida con pantalón y chaqueta de cuero negro y con una camiseta blanca salió casi a media noche. Esta vez fue a un bar de Chueca. En aquel bar el único hombre que había era el portero, un mulato de casi 2 metros de alto y con unas espaldas casi iguales. Las mujeres que había eran de lo más variado, todas iban en una franja desde los 30 a los 50. Mujeres muy masculinas, pelos cortos y ropas estilo chicos, otras de lo más femenino, alguna con pinta de niñas casi como si acabaran de salir del colegio y un grupito con pinta de hippy.
Después de dar una vuelta por el local se fijo en una chica que estaba sola al otro lado de la barra.
Era una pelirroja alta de gran melena lisa, con unos vaqueros medios rotos y una camiseta de tirantes que mostraba un gran escote. Las miradas se cruzaron y Mrs. Anne se acerco a ella. Se saludaron con dos beso y empezaron una charla amena que hacia reír a ambas numerosas veces.
Salieron las dos entre risas del bar y cogieron calle abajo en dirección a otro. Mrs. Anne de repente la cogió de la mano y se paro en seco, la atrajo hacía ella y la beso apasionadamente. Unos segundos de impasse y la otra mujer la respondió todavía con más pasión, sin decir nada se cogieron por la cintura.
Abrió la puerta de su casa y la dejo pasar, cerro detrás de ella. Se había echado en la cama con todo la melena pelirroja desplegada haciendo contraste con la colcha blanca, se subió a caballo encima de ella y comenzó a besarla, todo en aquellos dos cuerpos manaba erotismo.
Se despertó cuando oyó pasar al camión de la basura, sin hacer ruido se vistió, le dio un beso en la frente y con mucho cuidado cerró la puerta. Cuando llego al hotel solo la apetecía ducharse y descansar un rato.
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1 comentario:
Lo dicho en el anterior post, toda una novela felicitaciones amigo muakissssssssssss
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