
lunes, 24 de marzo de 2014
LENCERÍA.
Tu cuerpo me crea adicción.
Siento el mono cuando lo tengo lejos.
Se nublan mi consciencia.
Como autómata voy en su busca.
Sueño con tu piel acariciada por la ropa interior.
Me gustaría ser sujetador y rozar tus pechos.
Ser ligero para ceñirme a tu cintura.
Medias para masajear tus piernas.
Y tanga para notar la suavidad de tu sexo.
Hagamos el amor hasta volar a otro mundo.
Sacia mi síndrome de abstinencia. ©Fer
viernes, 21 de marzo de 2014
DE PEQUEÑO ME DABAN DOS.
Recuerdo cuando llegaba a casa a la salida del colegio, la sonrisa de mi abuela nos abría la puerta, dos besos y una palabra cariñosa, como podía dar tanto aquella mujer.
Iba a la cocina a por agua fresca, como caballería después de una jornada de trabajo busca el pilón, calmada la sed me daban un par de petit suisse como merienda, los cuales engullía con ansia.
Vas creciendo y van cambiando las costumbres, ya no te espera aquella sonrisa detrás de la puerta, ni los dos petit suisse, ahora vas tu a la nevera y coges lo que quieras.
Son muchos los hombres y las mujeres que tienen fantasías sexuales y entre ellas se encuentra la de los "petit suisse", que se los den de dos en dos. Pero la vergüenza y el que dirán les puede y nos son capaces de reconocer sus deseos. Algunos achacaran que eso es inmoral, que no es decente y que va contra-natura.
Una cosa es lo que nos gustaría y otra lo que podamos o nos deje hacer.
¿Cuando cambiaremos y seremos capaces de decir las cosas como las sentimos?
¿Cuando nos dará igual el que dirán? ©Fer
miércoles, 19 de marzo de 2014
LA BARAJA.
No se como esta tarde a venido a mi memoria aquella baraja.
Estaba metida en el mueble-bar al lado de otras y junto a un juego de dados.
Pero aquella tenia un halo tabú.
Los dibujos no eran los típicos de las cartas, estos eran de señoritas.
Señoritas en poses provocativas y con ropa sensual.
Blusas desabotonadas, short diminutos, corsés, ligeros...
Todo sensual y nada grosero.
Aprovechaba cuando no había nadie o algún despiste para cogerlas.
Las escondía y me iba a un lugar tranquilo para observarlas.
Muy despacio y sin perder ni un solo detalle las iba pasando.
Esas sonrisas picaronas, unas piernas interminables, esos pechos exuberantes...
Aunque era incapaz de ver mis expresiones, puedo asegurar que eran de lo mas bobaliconas.
Cuando terminaba de verlas, con mucho cuidado como temiendo hacerles daño, las guardaba.
Las volvía a dejar con sumo cuidado en su lugar, teniendo cuidado de dejarlas en la misma posición.
No lograba comprender las sensaciones que recorrían mi cuerpo, solo que me gustaba míralas.
Aquella inocencia con 8 ó 9 años que nunca más volveremos a tener. ©Fer
lunes, 10 de marzo de 2014
LA POSTURA.
Notar como nos hacemos uno.
Sentir cada movimiento.
Marcar el ritmo con mis caderas.
Notar tus manos en mis pechos.
Saborear tu boca.
Ser la dueña de tu cuerpo.
Darte y que me des el máximo placer.
Mi cuerpo se contrae cuando siente el fruto del tuyo.
Todos mis sentidos se concentran en un solo punto.
Caigo sobre tu pecho. ©Fer
Suscribirse a:
Entradas (Atom)