sábado, 29 de septiembre de 2012

EL ALFARERO.



La vida nos va moldeando como el alfarero a la arcilla.   Cuando nacemos somos ese bloque de barro virginal encima del torno.
Se posan los dedos encima de nosotros para sentir la la textura de nuestro ser.  Al principio nos van moldeando despacio, con suavidad, con la delicadeza justa de nuestra fragilidad. Poco a poco esos dedos de la vida van ejerciendo mas fuerza y las marcas en el barro son mas profundas. Gira y gira el torno y nosotros con el, vamos tomando la forma de nuestro ser y se empieza a intuir nuestro carácter. Esas manos van cambiando la presión, unas veces suave y otras con toda dureza, unas veces dulces otras amargas.
Gira y gira, esa vida no nos acaba de moldear nunca, sigue dándonos eso toque y retoques creando esos pequeños detalles que al final son lo que mas destacan. Empieza a bajar la velocidad del torno, poco a poco se va parando, la obra esta terminada.