miércoles, 28 de agosto de 2013

EL CUELLO.



Tu cuello objeto de mi deseo.
Despierta mis instintos.
Mis dedos necesitan acariciarlo.
Sentir la suavidad de tu piel.
Giras la cabeza para invitarme a que siga.
Cierras los ojos y solo sientes.
Rozo tu piel con mis labios.
Te estremeces.
Lo Recorro por completo.
Beso, succiono, lamo.
Te enroscas contra mi.
Salen gemidos de tu boca.
Me miras fijamente y me dices:
Hazme tuya.©Fer

viernes, 23 de agosto de 2013

FANTASÍA.



Las caricias cada vez eran mas atrevidas.
Los besos más apasionados.
Sus manos rozaban todo el cuerpo.
Libero sus pechos y los saboreo.
Salieron profundos gemidos de su boca.
Sus uñas se clavaron en su espalda.
Bajo besando su cuerpo.
Beso el triangulo de su tanga.
Apretó su cabeza contra ella.
Paso de gemir a gritar.
Te recostaste contra mi.
Tu mano se poso en mi pierna.
Se arrastro buscando donde aferrarse.
Pase mi mano por tu hombro.
Se metió en tu escote.
Agarre tu pecho endurecido por la excitación.
Ella subida encima sujetaba sus manos.
Mirándole con cara desafiante.
Pego su cuerpo con  él.
Lamia su cuello, su pecho, su ombligo.
Pose mi mano en tu rodilla.
Separaste tus piernas.
Tu mano se apodero de mi.
Tu suave piel rezumaba ardor.
Lamia y succionaba sin cesar.
El se aferro al cabecero,
Se juntaron nuestras bocas.
Mis dedos buscaban tu rincones.
Inclinaste tu cabeza sobre mi.
Movía lentamente su cadera sobre él.
Iba cambiando el ritmo.
Él sujetaba sus pechos.
Te levántate y te desnudaste.
Te sentaste sobre mi.
Me diste la espalda, no te lo querías perder.
Te balanceabas muy despacio.
Mis manos sujetaban tus caderas.
Cambiaron de posición, ahora el estaba detrás.
Ella movía la cabeza de un lado a otro.
Me hiciste levantar del sofá.
Te pusiste en la cama como ella.
Era una imagen simétrica.
Los gritos y  gemidos de placer se multiplicaron.
Era la hora de la verdad.
Los 4 nos empleamos a fondo.
Terminado casi al mismo tiempo.
Caímos todos rendidos en la cama.
Parecía como si hubiera un cristal entre las dos parejas.
Se veía, pero no se podía tocar a los otros.
Era lo que tu querías.
Era tu fantasía. ©Fer











jueves, 22 de agosto de 2013

EL JUGUETE.



Me haces sentir tu juguete.
Ese que guardas en el cajón de la mesilla.
Y solo utilizas en las noches de soledad.
El que aguarda impaciente que lo reclames.
Sin esperar nada a cambio.
Que anhela recorrer tu cuerpo.
Hacerte estremecer.
Llevarte a ese mundo de sensaciones.
El cual tanto te gusta.
Llegando a una explosión de emociones.
Que resalta la belleza de tu cuerpo.
Abre el cajón y utilizame. ©Fer






miércoles, 21 de agosto de 2013

TU



Necesito tus besos
Las caricias de tus manos.
El calor de tu cuerpo.
Sentir como me vas haciendo tuya.
Mi cuerpo se abandona.
Buscando solo el placer que me das.
La humedad de tu lengua.
La expresión de tu cara.
Al hacerme tuya.
Tu cuerpo empujando el mio.
Tu gritos en el éxtasis.
Así llego al placer absoluto.©Fer 
 












martes, 20 de agosto de 2013

LA PUERTA.



Iba a ducharme.
La puerta de tu habitación estaba entreabierta.
Oí un gemido salir.
Me pico la curiosidad.
Busque la posición para ver la cama.
Solo con la ayuda del espejo era capaz.
Desnuda, tendida en la cama.
Tu manos acariciaban tu cuerpo.
Las caricias eran suaves, delicadas.
Tus dedos rozaron tus aureolas.
Tus pezones se endurecieron.
Los pellizcaste arrancándote un gemido.
Tus manos aferraron tus pechos con fuerza.
Un movimiento circular los masajeaban.
Una de tus manos bajos por el vientre.
Alojada entre tus piernas rozaba tu pubis.
Tu cuerpo se contorsiono.
Abriste tus piernas
Tus dedos te penetraron.
Los movimiento eran cada vez mas armoniosos.
Ambas manos se dedicaron a ti.
Arqueaste el cuerpo.
Tus músculos se tensaron.
La cara se desencajo.
El orgasmo no tenia fin.
Caíste rendida.
Te acurrucaste en posición fetal.
Te contemple unos instante.
No me lo podía creer.
Yo también había terminado sin tocarme.
Acababa de ver a mi compañera de piso.
A esa mujer tan deseada, dándose placer.©Fer






LA ESPERA.



Asenté bien la silla de trípode, eran las 6 de la mañana y por el este empezaban a despuntar las primeras luces
.
Aunque eran principios de Junio y en aquella zona refrescaba bastante, la mañana estaba serena, solo con la camisa y un jersey se estaba de maravilla. Una vez que lo tenia todo colocado saque un cigarro, lo encendí y le di una calada larga y profunda.

Solo era capaz de distinguir el contorno de las copas de la ladera de enfrente recortado en el cielo,  el resto era de un negro difuminado. el canto del mirlo rompe el silencio de la noche, el jarabasqueo de algún lirón, y el ladrido seco y profundo del corzo.

Poco a poco la claridad va ganando la batalla y se empieza apreciar algunos detalles, se van uniendo los componentes del coro y alegran la mañana, tu oído funciona a pleno rendimiento, el olor de la hierba fresca y de la flor de la jara inundan tus pulmones, cierra los ojos y te abandonas a disfrutar del momento.

Pegado al arroyo y tapándose todo lo que puede con el monte va  careando un macareno, levanta la cabeza de vez en cuando para coger vientos, gira las orejas y vuelve a bajar la cabeza, a poco metros un conejo ramonea de un roble. Se mete el cochino al pie de un enebro y comienza a frotar su lateral con fuerza, se gira y frota el otro, levanta la cabeza y marca el tronco con sus defensas. Sigue con su paso tranquilo y se pierde en la espesura.

Me deja helado un ladrido que corzo, debe de estar a menos de 10 metros, oigo sus pisadas, en ese momento me aisló de todo, lo único que escucho es su leve movimiento y el latir de mi corazón. Mis manos se dirigen a mi pecho en busca de la cámara, la tengo preparada, me muevo levemente, subir la cámara a la cara me lleva su tiempo, no logro verle todavía, pero esta ahí, el más leve error en un movimiento daría al traste con todo.

Esos instantes parecen horas, oigo el crujido de una rama, esta un lineo por encima de mi, a pesar de mi ritmo cardíaco estoy de lo mas tranquilo, son los momentos de la verdad. Aparece detrás de una jara, se para y lanza otro grito de amor, aprovecho y enfoco, aprieto el disparador dejado el dedo sin levantar, el motor de la maquina dispara una ráfaga, gira la cabeza mirándome, puede que haya oído el motor dada su cercanía, lo tenia como a 6 metros, sus ojos se clavan en mi, mi objetivo lo hace en su cara, nueva ráfaga y desaparece de mi vista. Va ladrando según se aleja de mí, era como si me fuera regañando por el susto recibido, Logre verle entre unos pinos, se paro, miro hacia donde yo estaba y de un salto desapareció.

Por algo son El Duende del bosque.©Fer

lunes, 19 de agosto de 2013

EL REGALO.



Me vendaste los ojos antes de entrar en casa.
Me apoye en tu hombro para guiarme.
Hiciste que me sentara al pie de la cama.
Susurraste a mi oído que no me quietara la venda.
La espera me tenia nervioso, el corazón estaba acelerado.
Podía oler tu perfume, tu piel.
Al quitarme el pañuelo me quede blanco.
¿Quien era aquella mujer que te besaba?
Que acariciaba tu cuerpo con deseo.
Que te hacia gemir de placer.
Recorrió tu cuerpo con su lengua hasta hacerte alcanzar el clímax.
Arrancasteis mi ropa.
Los besos eran a 3.
Tus pechos sobre el mio, los suyos en mi espalda.
Las 4 manos buscaban mi hombría.
Vuestras bocas se apoderaron de mi.
El juego a 3 fue brutal, nos poseímos sin freno.
No se el tiempo que paso, solo que me pudo el cansancio.
Me desperté desnudo abrazado a ti.
La luz entraba por la ventana.
Mire al otro lado buscando a la otra mujer.
No había nadie, habría sido un sueño.
Estire la sábana para arroparnos.
Apareció un tanga entre los pliegues de la ropa.
Lo lleve a mi nariz, no era tu olor, no había sido un sueño.
Te abrace y te bese suavemente.©Fer





LA FIESTA.



Nuestras miradas se cruzaban.
El deseo inundaba mis entrañas.
Necesitaba sentir el roce de tus manos.
Oler el perfume de tu cuerpo.
Besar tus labios.
Fui al baño y te sentí detrás.
Me empujaste contra la pared.
Mientras me decías al oído: Te deseo.
Se abrieron mis carnes.
Un escalofrió recorrió mi espalda.
Arquee mi cuerpo para sentirte.
Me vino la cordura de repente, no podía ser.
Allí no, pasaba gente al lado nuestro.
Nuestras parejas
podrían venir a buscarnos.©Fer 
 

viernes, 16 de agosto de 2013

LOS CORCHETES.



Clave mis ojos en tu escote.
Reventarían los corches de un momento a otro.
Tu mirada me buscaba.
Tu olor me embriago.
Solo tenia que esperar el momento.
Te giraste y saltaron los corchetes.
Mi mano busco tu pecho.
Suspirare profundamente.
Tu marido miraba fijamente. ©Fer


EL SMS. FINAL.



Llegamos a Madrid con un estupendo sabor de boca, esa sensación de placidez que te da el haber disfrutado. Ahora tocaba volver a la realidad y centrarnos en nuestros quehaceres diarios.

Sabía que tenía que ir al notario, es lo último que quedaba, pero no me veía con fuerzas, no lograba entender aquella sensación, tal vez fuera que no quería aceptar lo que le había pasado o el saber que aquello sería una despedida definitiva. Mis sentimientos los tenía muy claros, el amor de mi vida estaba junto a mí.

Paso una semana, pero aquella mañana me levante decidido a coger el toro por los cuernos, no podía alargar más aquello, antes de comer iría a que el notario abriera el ultimo sobre y  conocer su contenido.

La recepcionista tomo nota y me indico muy amablemente que esperara un momento. Me senté en uno de los sillones, las revistas que había encima de la mesa no me hicieron gracia, así que saque el teléfono y le puse un wassap a Rosa diciéndole donde estaba. Una voz fuerte y seca me hizo mirar hacia la esquina, dos parejas esperaban a ser atendidas, tenían cara de pocos amigos y las miradas entre ellos daban miedo, seguro que era un tema de herencia.

-Don Fernando, acompáñeme por favor.

Levantándome le seguí por aquel largo pasillo, sus caderas apretadas por aquella falda ajustada se contoneaban a cada paso, me estaba quedando hipnotizado por ese movimiento. Abriendo la puerta de una sala me indico que pasara y que ahora vendría el Sr. Notario. Cerrando la puerta cruzo una amplia sonrisa y una mirada de complicidad, ¿Se habría dado cuanta de donde tenía puesta mi mirada?

Estaba mirando por la ventana cuando oí abrir la puerta, entro el notario dando los buenos días y presentándose, traía en la mano una fina carpeta. Me invito a  tomar asiento, haciendo él lo mismo. Me pidió la última carta y mi DNI,  echo un vistazo a la carta y cotejo el carnet.
Empezó  con las formalidades de rigor, hasta que saco un papel de la carpeta y dio paso a leerle:

“Buenos días Fer.

Sabía que serias tú el que estarías aquí sentado, unos porque nunca les importe demasiado y a otro porque se lo complique apropósito. Si quería que fueras tú.

He pasado la vida arrepintiéndome de la gran equivocación que cometí, el no ser valiente y enfrentarme a todo lo que se interpuso entre nosotros, fui una cría mal criada y consentida que antepuso lo material a el amor.
Sé que eres afortunado por tener a Rosa a tu lado, es una mujer que te ama y que nunca te ha fallado y también sé que tú la correspondes, no te preguntes como lo sé, siempre me las he arreglado para saber de tu vida y si en algún momento hubieras estado sin pareja habría ido a buscarte. Necesitaba decirte todo lo que te he querido, aunque imagino que lo sabes.

El juego este lo idee para poder estar un poco cerca de ti. Espero que no te haya traído ninguna complicación con Rosa.

Vamos a la parte económica, te conozco y sé que no lo has hecho por ese motivo. Antes de morir vendí todas mis propiedades, pisos, joyas, muebles…. y doné el dinero a un asilo de ancianos, tengo la impresión de que no te sorprende, creo que te esperabas algo así. Si bien te he querido dejar algo, una cosa que jamás nadie te podrá arrebatar y que siempre ira contigo.

El notario levanto la cara y me miro, como si quisiera disculparse por lo que iba a decir, volvió a clavar la mirada en el papel y carraspeo:

Te amo.

Esto te acompañara toda la vida y será una cosa entre nosotros. Espero que me hayas podido perdonar. Lo  que hubiera dado por poder decirte todo esto cara a cara, es el único pesar que me he llevado al morir.


No te entretengo mas, creo que ya te he robado demasiado tiempo de tu vida.

Espero que seas muy feliz y que la vida te sonría. Sigue amando a Rosa como hasta ahora y trátale como tu sabes.

Besos cariño"

El notario guardo los  papeles en la carpeta, se levanto y se acerco hasta mi lado, puso una mano en mi hombro y dijo: 

-Permitame esta confianza, ya sabe como somos los viejos, pero no puedo por más que decirle la suerte que tiene usted. Según esto tiene una mujer que le ama, a la cual usted corresponde y ha tenido toda la vida una mujer que lo ha amado en la lejanía. Ha tenido dos mujeres que le aman, cuando la mayoría de la gente nos conformaríamos con alguien que nos quisiera.

Estrechando la mano se despidió de mi.

Salí un poco descentrado, pero mas que por la carta que me imaginaba, por la palabras del notario. Me hizo recapacitar y  darme más cuenta del amor que sentía por Rosa. Le conté sin omitir detalle lo sucedido y su única reacción fue abrazarme y  aproveche para decirle al oído.

-Te amo.  ©Fer




LA FIRMA.



La firma era una escusa.
Tus ojos me lo dijeron nada mas entrar.
Esperaste a que me  pusiera detrás tuya.
Te incline sobre la mesa.
Subí tu falda y acaricie tu piel.
Ahogaste tus gemidos al hacerte mía.
Rápido, salvaje, es lo que reclamaba el momento.
Nos colocamos las ropa, nos besamos apasionadamente.
Saliste sin que te firmara los papeles.©Fer

martes, 13 de agosto de 2013

EL SMS. PARTE XXII.



Siempre me han llamado la atención los cementerios en medio de las ciudades, me crean una doble sensación, me atraen y a la vez un cosquilleo recorre mi cuerpo, no podía ser menos este. Pequeños panteón salpican el campo santo, su gran cantidad de árboles y flores se entremezclan con el frío mármol,  a la entrada hay un mapa donde te indican la posición de las tumbas de los hombres ilustres que allí descansan, Cortázar, Cesar Vallejo, Beckett, Porfirio Diaz……………..

Nos dirigimos a la iglesia de San Sulpicio, más conocida por aparecer en el libro El Código Da Vinci que por méritos propios. Es la segunda iglesia más alta de Paris y sobre todo por su Gnomon de la meridiana solar que nos indica las horas y los equinoccios.

Según te vas acercando el olor de las plantas y de las flores te va embriagando, el juego de colores es espectacular por la gran cantidad de especies que tienen, si esto lo unes al aspecto de sus comerciantes y al murmullo, se convierte en un marco singular. Recorrimos los pasillos en busca del dichoso puesto, tenía que ser muy evidente. Al dar la vuelta en un pasillo me fije en uno de los rótulos: LA CIBELES, habíamos encontrado el puesto.

Nos dirigimos a un chaval que estaba colocando las flores, con una sonrisa  nos dijo que esperáramos un momento. Salió un anciano del interior, alto, robusto, gran barba blanca y con cara de bonachón, daba tranquilidad solo con su presencia. En un perfecto castellano con un acento francés, nos saludó amablemente y nos preguntó lo que deseábamos. Al decirle mi nombre se le ilumino la cara, se volvió y entro en el puesto, pasado unos segundo salió con un sobre en la mano. Nos contó su historia, era de Madrid, del mismo Lavapiés, en los años 50  había emigrado a Francia en busca de fortuna, trabajo en mil y una profesiones, pocero, albañil, cartero…….hasta que entro como peón de jardinero en un castillo de Loira, allí nació su amor por las plantas y  después de unos años le salió la oportunidad de quedarse con este puesto y con el llevaba 40 años. Un centenar de veces nos comentó que él se sentía madrileño, pero que la vida era así.

Nos sentamos en una terraza a tomar un café y a descansar, aproveche para abrir el sobre.

“Buenos días.

Ya estamos llegando al final de este juego, creo que no ha sido complicado y   hayáis disfrutado de cada momento, de cada rincón, estas son las cosas que tenemos las solteronas, mucho tiempo para pensar y se nos ocurren estas tonterías.

A Rosa solo le puedo dar las gracias por unirse al juego y decirle que tiene a su lado un hombre maravilloso.

A ti, que sepas perdonarme el daño que te hice en su día y que es de algo que me he arrepentido siempre, mi falta de madurez me llevo a no saber plantar cara y renunciar a ti.
Bueno que nos estamos poniendo muy tontos, no sé cómo irán el resto con sus pruebas, estoy casi segura que 2 habrán abandonado, no tenían carácter y el otro no lo conseguirá nunca………..jajajjaajaja

En el hotel te darán un último sobre, no es ninguna prueba más, solo es un comprobante de que has conseguido todos los sobres,  preséntalo en la notaria.

Venga daros el último paseo de enamorados por Paris y nos vemos en Madrid.

Besos”

Rosa me miro y solo me dijo:


-Esta mujer te amaba. ©Fer